lunes, 8 de abril de 2013

Y así comienzo el domingo...

Un domingo en el que comienzas a trabajar tranquilamente en tus cosas, y un pensamientos producido por los sentimientos de otra persona entra en tu mente... Se intenta olvidar, pasar y continuar con el trabajo, pero ni la música ayuda... 

Y así comienzo el domingo:


Para después de cinco minutos, terminar así:


Pasé de llorar de tristeza a llorar de alegría. Quiero mucho a mis amigos, y volvería a llorar de alegría con solo pensar en ellos y lo geniales que son conmigo... Un amigo no es solo con quien pasas el rato o juegas, no son juguetes, también existe comprender, ayudar, entender... Es algo de lo que me he dado cuenta hace poco. Suelo intentar tratar a todos mis amigos por igual, y sobretodo, no catalogar de mejor amigo a nadie, aunque, los amigos que más quiero, solo los puedo contar con la mano.

Os quiero mucho, y no terminaré de estar agradecida por todo lo que hacéis por mi, es mucho, lo valoro, lo adoro, os adoro... No me siento afortunada de lo que me sucede, me siento afortunada de tener un tesoro tan grande como lo son ustedes.

Y así terminé el día:

Mil gracias, por hacerme feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario