Me siento confusa. Me siento rara nuevamente.
Aunque alguien me pregunte qué me pasa, dudo saber responder.
Sé que no pasará nada, que nada es mío y que mi malestar me lo provoco yo misma.
Soy tan necia...
¿Se me permite echarte de menos?
¿Se me permite pensar en ti?
¿Se me permite buscarte por la calle?
¿Se me permite pedir un abrazo?
¿O se me permite incluso... Tocarte?
Creo, que pido demasiado.
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